LA VIDA ES UN PERENNE COMBATE
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En tiempos difíciles
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quién puede precipitarse sin hacer ruido.



Víctor Valera Mora
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EL APÉNDICE DE PABLO N° 6

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UN MAESTRO QUE INSPIRA
Manuel Ferreira
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TRES POEMAS / BUKOWSKI
Miguel Hidalgo Prince
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LA NOCHE DE LOS CALVOS
Salvador Fleján
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EUGENIO MONTEJO
Mónica Mestre García
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POEMA ERÓTICO
Maribel Anaya
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DE LA LITERATURA Y LAS CARRETERAS / CARLOS ÁVILA
Mario Morenza
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EL VERDADERO
Ana Lucía de Bastos
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ESTOY AQUÍ ABAJO
Mario Morenza
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TÍO FEDE
Alberto Bueno Rangel
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LOS AMOS DEL REBOTE
Ana García Julio
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CANCIÓN DE AMOR
Yoel Villa
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POSTAL
María Dayana Fraile
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De la literatura y de las carreteras

ENTREVISTA CON CARLOS ÁVILA


Las palabras de un escritor suelen ser solemnes, pero en Carlos Ávila adquieren la sencillez de las frases que valen mil imágenes

Por Mario Morenza




El día que pauté entrevistar a Carlos Ávila me lo encontré en uno de los ascensores de la Torre Norte del Centro Simón Bolívar. Íbamos a nuestras respectivas oficinas como las otras diez personas. Era lunes. Y eran las 7:50 am. “Hoy es la entrevista, ¿cierto? “¿A qué hora nos vemos?” “Al salir”, le dije. “A las 4:30 en el piso 12. Estoy cansado. Llego de Mérida”, indicó. De pronto, un bajón de luz. El ascensor se detuvo. Todo se detuvo, menos el destello rojo con la palabra FULL tiritando un poco más arriba de las puertas del ascensor. Estas se abrieron.


Escritura sin ritos
Carlos Ávila habló con una llaneza tan llena como el ascensor que abandonamos, como hablaría la versión caraqueña de un Sancho Panza que viaja en Metro.

— ¿En qué estado te inspiras para escribir?
— En el estado Mérida.* (Leer recuadro).

— ¿Si Caracas fuera una trama de relatos o una novela, y cómo la llamarías?
— La llamaría Caracas no es cuento.

— ¿Cuándo te llegan las historias?
— Cuando me descuido, cuando me abstraigo y me descubro en una.

— ¿A qué autor venezolano admiras?
— Admiro a Armando Rojas Guardia, porque ha sido a través de su poesía como he llegado a estar más cerca de lo innombrable.

— ¿Qué le aconsejas a los jóvenes que quieren abocarse en la literatura?

— Que antes se respondan si en realidad quieren asumir la vida desde un entero cuestionamiento y con la única certeza de que se está equivocado la gran mayoría de las veces.

Recuerdas cuando te dijiste por primera vez: “¿Quiero ser escritor?”
— Creo que estas cosas no han sido premeditadas; simplemente lo he provocado, he dado algunos pasos, he dejado de dar otros y las circunstancias han hecho lo suyo. Ahora estoy vinculado a la literatura pero pienso que todo esto obedece a una respuesta ante la vida misma y no, al menos en mi caso, algo esbozado con antelación.

Carlos Ávila y yo fuimos a tomar un café, y se me adelantó al cancelar la cuenta y a una de mis preguntas. Me dijo: Yo pago. Y no. No tengo rituales a la hora de escribir.
—¿Qué consejo darías a los jóvenes escritores como Ud?
—Que antes se respondan si en realidad quieren asumir la vida desde un entero cuestionamiento y con la única certeza de que se está equivocado la gran mayoría de las veces.


Caleidoscopios de Ávila

Para Jorge Luis Borges el Aleph estaba en un sótano; para Enrique Vila-Matas (Premio Rómulo Gallegos 2001), en Mérida. Para Carlos Ávila, ¿dónde se encuentra su propio Aleph y qué contiene?
— Un Aleph propio estaría en nuestra voz, y sería un nombre, sería una palabra que las contuviera a todas.

¿Qué significan para ti los sonidos de El Silencio?
— Significan el rumor propio de las ciudades: los gritos de las paredes, la respiración de los motores… El chillido de los taxis, diría Cayayo.


Carlos en movimiento
El autor acababa de llegar de Los Andes *(Leer Recuadro), dadas las circunstancias le pregunté:

— ¿Cómo (v)es la vida desde el piso 21 en las oficinas de El Perro y la Rana?
— Veo un lugar en el que todo está vivo, una ciudad en la que no viven zombies, ni espectros ni ninguno de esos artificios oscuros entre los que se mueven algunos poetas. Aunque, si te digo la verdad, mejor se ve desde el 23, donde hay fuego.

— ¿Cómo (v)es la vida en un autobús, cuando viajas?
— No sé si es porque siempre se está en movimiento, pero atravesar un camino marcado por la repetición de postes y de árboles, uno tras otro, siempre resulta introspectivo. La carretera es reflexiva, así que la mirada es hacia dentro, hacia nuestra memoria o hacia nuestra imaginación, hacia las cosas que nos duelen y hacia las que nos hacen bien, a veces hacia los nombres y los gestos de la gente que uno no puede olvidar, y casi siempre hacia lo que no podemos resolver ni responder, todo en una incesante y urgente galería de imágenes que se repiten al tiempo que afuera surge enloquecidamente el paisaje.

— ¿Cómo (v)es la vida en el metro, cuando viajas por la ciudad?
— Es activa, es vertiginosa y es atropellada, es siempre con más velocidad; y no sé si eso lo hace todo más difícil para algunos, pero a mí en particular me resulta desafiante y por eso entretenida.




RECUADRO

Fragmento del cuento “Desde el monte” del libro Mujeres recién bañadas:
Mérida un poco más allá de los caminos. Rodeada de verde, de marrón y montaña. Arriba, donde los chinos de cachetes rojos viven: los hijos de los arrieros y los frailejones, los nietos del fuego de Comala. Allá en el pico en el que vegeta la parsimonia y la templanza. Lejos del barullo ciudadano. En aquel lugar, en la propia cresta de la catedral del mundo, descansa Mérida: húmeda y quieta, fresca, como los árboles recién llovidos, como una mujer que recién sale de la ducha, con el pelo y la entrepierna mojada: oliendo a Dios; a mata.

Traducción de esta entrevista al inglés en Venepoestics:
Pincha aquí: Of Literature and Roads: An Interview with Carlos Ávila


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Carlos Ávila (Caracas, 1980) es Licenciado en Letras de la UCV. En 2004 obtuvo el Premio Nacional Universitario de Literatura, mención narrativa; y un año después consiguió una mención honorífica en la V edición del Concurso Nacional de Cuentos SACVEN. Ha publicado los libros de relatos Desde el caleidoscopio de Dios (2007) y Mujeres recién bañadas (2009), próximo a ser editado.

1 comment:

  1. QUIERO TENER APENDICITIS , QUIERO COLABORAR CON UDS . ¿ CON QUIÈN HABLO ? , ¿ A DÓNDE ME DIRIJO ? , SALUDOS.
    QUÈ BUEN MATERIAL SE ENCUENTRA AQUÌ, ¡ CARAMBA !

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